La sensación de ver a una mujer amamantando me trajo recuerdos hermosos de cuando fui padre. Desde mi encierro físico mis pensamientos vuelan libremente ya que son impulsados por mi corazón. El amor que siento por mi hija es inmenso, no entra en mi pecho.
Me desbordo de ternura, y todo esto se lo debo a mi mujer que me dio la posibilidad de sentirme asi de feliz, me regalo el tesoro mas preciado que poseo en esta vida, mi bebe...lo único que nunca nadie ma va a poder quitar.